La historia de la pintura industrial y sus antecedentes
La industria del automóvil, empieza a desarrollarse con la invención del motor de vapor del Fraces Cugnot por los años 1770 y del austriaco Marcus que en el 1875 construye un motor a explosión movido por gasolina.
Sin embargo, puede considerarse los verdaderos padres del automóvil, a los alemanes Daimles y Benz, que en 1885 construyen los primeros vehículos. A partir de estas primeras experiencias, los franceses desarrollan también su industria del automóvil, creándose de esta manera una genuina industria del automóvil.
Los americanos, empiezan su actividad en este campo a primeros de siglo y puede considerarse que son ellos los verdaderos propulsores de esta industria, mecanizando todo el proceso de mecanización y haciendo de esta manera asequible el automóvil a amplias masas de compradores.
Desde estos primeros tiempos, la industria de la pintura, puso todo su empeño en ir a la par de este desarrollo, para complacer el deseo de los clientes mediante el desarrollo de tipos de pintura y métodos de aplicación mas racionales, así como las instalaciones apropiadas.
Y en 1920…
Hasta los años 20, los automóviles se pintaban según el proceso usado para los antiguos carruajes, con pinturas al aceite y pinturas al aceite- copal con un alto esfuerzo de trabajo manual.
Mas tarde, hacia el 1920 aparecen las primeras pinturas a base de nitrocelulosa y con ellas la aplicación a pistola, perfeccionándose este tipo de aplicación aerogáfica.
Mediante este nuevo sistema de pintura pudo reducirse el tiempo de pintado al sensacional tiempo de 2 a 3 días. Con ello se implantaba el trabajo en cadena y en menos de dos años las pinturas nitrocelulosicas dominan el campo del pintado de automóviles totalmente, tanto en las fábricas como en los talleres de reparación.
Hacia el año 1935
En los años siguientes a 1935 empiezan a notarse el cambio hacia las pinturas sintéticas, usándose un secado al horno únicamente para el secado de imprimaciones, mientras los esmaltes siguen siendo de exclusivo dominio de las nitrocelulosas o nitrocombinación de secado al aire.
Ya antes de la 2ª guerra mundial empiezan a aparecer esmaltes de resinas sintéticas, pero es después de la guerra, cuando consiguen imponerse totalmente en el pintado completo del automóvil.
El desarrollo de las pinturas sintéticas, no solo supone un gran cambio para el usuario (cabinas de aplicación libres de polvo ,estufas de secado, etc) sino también para las mismas industrias de pintura, con nuevos procesos de fabricación y la implantación de laboratorios mejor dotados.
Con el pintado con resinas sintéticas se obtienen peliculas muy resistentes a la intemperie y exige menos procesos de trabajo que un pintado con nitrocelulosa ya que los tipos de secado al horno secan en muy corto tiempo. Estos tipos de secado al horno se emplean hoy principalmente en todas las fábricas de automóvil.
El esmalte como última capa de pintado
El esmalte es la última capa de todo sistema de pintado y en su composición tiene la mayor cantidad de vehículo de todas las capas del sistema, estas capa de esmalte han de ser mas elástica que todas las otras capas para que no se resquebraje con los esfuerzos mecánicos a que he de ser sometida, por ejemplo las vibraciones y por otra parte ha de sufrir las contracciones y dilataciones a que ha de estar sometida por los cambios de temperatura.
Los esmaltes deben poseer un buen poder de cubrición ya que son responsables de la buena apariencia del vehículo. Es necesario decir que los esmaltes han de poseer además, una buena adherencia a la imprimación y por otra parte aguantar las influencias exteriores a que van a estar sometidos.
Antes de la aplicación del esmalte, es necesaria la preparación de la imprimación mediante un lijado de la misma.
Este proceso tiene por objeto alisar la superficie, igualando las irregularidades que hayan podido aparecer en la aplicación, así como eliminar las asperezas de la misma.
El lijado puede hacerse a mano o con máquinas, en seco o en húmedo siendo éste último sistema el empleado normalmente.
Tras el lijado, ha de lavarse la superficie con agua para retirar todos los restos del lijado, siendo mejor usar agua desmineralizada para evitar la deposición sobre la pieza de sales solubles que pudiera llevar agua.
En próximos artículos veremos métodos de aplicación, tipos de esmaltes , características de las instalación de pintado etc.