Tratamiento contra el oxido
Todos sabemos, que antes de pintar nuestra barandilla, la puerta del garaje, o la ventana de hierro de la casa de campo es necesario limpiar bien la superficie antes de aplicar cualquier pintura.
Es algo que en toda especificación de pintura viene en el apartado de modo de empleo.
En la superficie metálica como de cualquier otro material, con el paso del tiempo es normal la acumulación de diferentes depósitos, suciedad, y la aparición de óxido.
En el caso del hierro podemos encontrar suciedad ambiental, oxido y corrosión.
Eliminar óxido de superficies sencillas
El método para eliminar este tipo de impurezas sobre la superficie, varía según el tipo de impureza, y la naturaleza de la superficie.
En el caso concreto de una superficie metálica con oxidación, podemos lijar la zona afectada y limpiar con un trapo hasta la total eliminación del óxido o herrumbre.
Este sistema es correcto para casos concretos en los que el efecto de la oxidación se encuentre localizado en superficies planas y de fácil acceso a la lija y a la acción de la limpieza.
Pero la cosa se complica, cuando la oxidación se encuentra en zonas de difícil acceso, la zona es muy grande, o la superficie está húmeda.
Para ello, es recomendable utilizar elementos químicos que transformen el óxido en sustancias no agresivas al material y que nos permitan pintar sobre ella, sin necesidad de una acción mecánica con la lija.
Este tipo de productos son conocidos como convertidores de óxido.
Convertidor de oxido
Productos constituido a partir de una base acuosa y poseen unas propiedades tales, que casi se pueden comparar con las de un soporte adherente reactivo.
La aplicación se puede realizarse tanto sobre óxido firmemente asentado, como en piezas metálicas limpias y brillantes.
Otra particularidad interesante, es que puede también ser aplicado con tiempo desfavorable sobre metales húmedos, sin que el efecto protector se vea disminuido en lo más mínimo.
Se puede aplicar por inmersión, con brocha, pistola o rodillo y una vez seco, se habrá formado una película protectora mucho más estable contra ácidos, álcalis y disolventes que la mayoría de las imprimaciones convencionales.
El metal así tratado queda protegido durante varios meses contra una posterior corrosión.
Transcurrido unas horas de la aplicación, la película protectora proporcionada puede ser pintada por cualquiera de los sistemas de pintado conocidos, resultando un conjunto de extrema compatibilidad y mejorando la adherencia de la aplicación, en comparación con la efectuada sobre metal desnudo.
Gracias a su insensibilidad a la humedad, el procedimiento ofrece al lado de las aplicaciones ya conocidas en la protección clásica contra la corrosión, unas interesantes posibilidades de utilización, destacando entre otras reparaciones de la superficie oxidada en estaciones depuradoras de aguas residuales, empresas abastecedoras de aguas, lavanderías industriales, cocinas industriales, mataderos, etc., es decir, allí donde exista una humedad ambiental elevada.
También en la industria de la construcción, agricultura y en el campo de vehículos tractores, para la conservación del parque de máquinas, inmediatamente después de la limpieza que se efectúa antes del periodo de descanso invernal, o de mantenimiento rutinario.
En plantas petroquímicas, hidroeléctricas, navales, ingenierías de planta, centrales térmicas y nucleares, para el mantenimiento de torres, cisternas, conducciones, estructuras, etc.
Ventajas del convertidor de oxido
Las ventajas de utilizar este método son multiples entre las que podemos destacar:
- La prevención del oxidación, incluso en las condiciones más desfavorables de intemperie en clima húmedo y frío.
- Las piezas de metal y acero en estado húmedo, pueden ser protegidas inmediata y efectivamente contra la corrosión.
- La película protectora le proporciona una elevada protección contra la corrosión de hasta 6 meses.
- Las superficies tratadas son estables a la intemperie y no necesitan que se les aplique inmediatamente la capa siguiente.
- Mejora además, en muchos casos, la adherencia de la capa siguiente.