Problemas al pintar superficies galvanizadas

Problemas al pintar superficies galvanizadas

Soluciones para problemas al pintar superficies galvanizadas

En la aplicación de las pinturas en polvo intervienen un gran número de factores además de la propia pintura: naturaleza del substrato, pre-tratamiento, contamina-ciones en la planta de aplicación, estado de las pistolas o de los bastidores, espesor aplicado, curva del horno…

Un problema bastante frecuente es el de la aparición de burbujas en el acabado de pintura en polvo aplicada sobre acero galvanizado, que es el tema que tratamos este artículo.

Pintado sin burbujas en superficies galvanizadas

Una de las mejores protecciones anticorrosivas para el acero es la deposición de una capa de zinc (galvanizado) recubierta a continuación con pintura en polvo.

La función del zinc es de protección anódica, es decir que se va a oxidar en lugar del acero manteniendo las características de éste. Su recubrimiento con pintura en polvo prolonga la protección y mejora el aspecto, porque el objeto no adquiere el tono gris blanquecino característico de un galvanizado envejecido.

Origen de las burbujas

La aplicación de pintura en polvo sobre el zinc no está exenta de problemas, ya que la estructura laminar de la protección de zinc provoca que quede ocluido entre las capas de este metal algo de aire. Este aire puede provocar la aparición de burbujas en la superficie de la pintura en polvo cuando se dilata por el calor de la polimerización.

El método mas empleado para asegurarse de la eliminación del aire ocluido, consiste en pasar por el horno de secado los objetos galvanizados antes de aplicar la pintura en polvo.

También se reduce el riesgo de aparición de burbujas cuando la temperatura de las piezas en el horno sube lentamente y la velocidad de la cadena es baja.

En cualquier caso, al pedir la pintura en polvo al proveedor habitual es importante precisar el soporte para recibir un producto formulado con aditivos que facilitan la descalificación.

Pérdida de adherencia

Otro problema que puede presentarse al aplicar pintura en polvo sobre galvanizado es de falta de adherencia. Casi siempre es el galvanizado su causa. Bien porque falle el anclaje del zinc sobre el acero del soporte, bien porque sea la insuficiente cohesión entre capas de zinc la que provoque la falta de adherencia.

Cuando se produce un fallo de adherencia se debe observar la cara interior de la película de pintura desprendida. Suele verse de aspecto metálico, señal de que la adherencia de la pintura sobre el zinc superficial es buena, pero que ha fallado la adherencia del zinc.

Si la cara interior de la película desprendida tuviese un aspecto blanco pulverulento, sería señal de que la fase de pretratamiento no ha conseguido eliminar el óxido de zinc formado en la superficie del galvanizado y sobre el cual se ha aplicado la pintura en polvo.

Alternativa al galvanizado «Imprimación de Zinc»

Una alternativa al galvanizado pintado con pintura en polvo puede ser un sistema 100% pintura en polvo en dos capas sobre el acero pretratado con un fosfatado normal.

  • 1ª capa: Imprimación que hará las funciones del galvanizado (protección anódica).
  •  2ª capa: Un color de acabado de la calidad que se desee, en pintura en polvo o líquida.

Ambas capas deben estar perfectamente polimerizadas para realizar su función protectora.

El caso del zamac

Un problema similar de burbujas se puede producir al aplicar pintura en polvo sobre zamac. Se evita su aparición pasando previamente las piezas por el horno para expulsar el aire que pueda haber quedado ocluido en sus poros.

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